Ginebra (CICR) – Mientras que millones de personas en Siria, Malí, Somalia y la República Democrática del Congo luchan por hacer frente a las devastadoras consecuencias de conflictos armados, millones más pasan, de forma desapercibida, una situación similar en lugares menos conocidos como la República Centroafricana. Todos necesitan ayuda. El CICR, que trabaja en más de 80 países en el mundo, solicita a sus donantes 1.290 millones de francos suizos (1.050 millones de euros, o 1.330 millones de dólares estadounidenses) para cubrir sus actividades en 2014.
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"Los conflictos armados y otras situaciones de violencia afectan la vida y la dignidad de muchísimos hombres, mujeres y niños. Nuestra ambición es llegar hasta ellos y prestar una amplia serie de servicios, que van del socorro en caso de emergencia al apoyo para la recuperación, y para que ellos mismos puedan hacer frente a las crisis humanitarias. Otro de nuestros objetivos es obtener un mayor acceso a personas especialmente vulnerables, como los detenidos", dijo el presidente del CICR, señor Peter Maurer, en una conferencia de prensa en Ginebra con motivo de la presentación de los llamamientos de emergencia de la Institución. "El presupuesto para 2014 es una estimación realista de los recursos que se necesitan para mantener una serie de servicios de calidad, adaptados a las necesidades de cada situación, al tiempo que se tiene en cuenta el difícil entorno de seguridad en algunos contextos claves". El presupuesto del CICR incluye la cifra inicial de 1.104,4 millones de francos suizos para las operaciones sobre el terreno y de 191,7 millones de francos suizos para el apoyo que proporciona la sede en Ginebra.
En 2014, las más grandes operaciones del CICR en cuanto a los gastos previstos serán Siria –una de las crisis más graves y cruentas que hayan ocurrido en mucho tiempo, para la cual el presupuesto se elevará a más de 105 millones de francos suizos, es decir el 10% del gasto anual total previsto por la Institución–, Afganistán, la República Democrática del Congo, Somalia, Sudán del Sur, Irak, Malí, Israel y los territorios ocupados, Sudán y Colombia. En Filipinas, se incrementarán las actividades de socorro en las zonas afectadas por el tifón Haiyan.
Si los medios de comunicación y la comunidad internacional concentran la atención en algunos conflictos y otras situaciones de violencia, prácticamente se olvidan de otros, a pesar de la gravedad de la situación humanitaria. Cada día, las personas civiles soportan las consecuencias de la violencia en países afectados por conflictos armados de larga duración y por la inestabilidad, como Afganistán, Irak y Yemen por dar solo algunos ejemplos.
El CICR se ocupará sobre todo de ayudar a los heridos y los enfermos, los discapacitados, los desplazados internos, los migrantes, los detenidos y otras personas que necesitan su ayuda. Seguirá también atendiendo a las necesidades físicas y psicológicas de las víctimas de violaciones sexuales y de otros tipos de violencia sexual.
"Estamos decididos a prestar socorro a las personas que más lo necesitan, sea cual fuere el lugar donde estén. Para llegar a todas las víctimas, cualquiera que sea la parte del conflicto a la que pertenezcan o de otras situaciones de violencia, a fin prestarles una ayuda imparcial se requiere granjearse la aceptación y la confianza, para lo cual no debemos cejar en nuestros esfuerzos", dijo el señor Maurer. Señaló también que el CICR a menudo aporta asistencia a personas que se encuentran en recónditos lugares donde ninguna otra organización puede llegar, por ejemplo, distintas partes de la República Centroafricana, de Somalia y de Sudán del Sur, y el norte de Nigeria.
"Es muy importante que fortalezcamos nuestras asociaciones con las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en el mundo. Aunando nuestros esfuerzos con su red de voluntarios experimentados, podremos comprender mejor la situación sobre el terreno y las necesidades de las personas que buscan ayuda, e incrementar nuestra capacidad para hacer frente a las necesidades humanitarias, sobre todo cuando son imprevistas o en lugares muy aislados", añadió.
El CICR seguirá movilizando a otras organizaciones y ampliará sus contactos con grupos de influencia para difundir los principios básicos del derecho humanitario y aumentar las posibilidades de que se otorgue un acceso sin obstáculos, en condiciones de seguridad y de forma oportuna a los trabajadores humanitarios sobre el terreno.
Conciliar debidamente la necesidad de ayudar a las personas necesitadas y de velar por la seguridad de los trabajadores humanitarios es un asunto que para la Institución reviste un alto grado de prioritario. "Tan solo en Siria, 32 voluntarios de la Media Luna Roja Árabe Siria han sido muertos en cumplimiento de su deber humanitario desde el comienzo de las hostilidades", dijo el señor Maurer. "Los trabajadores humanitarios nunca deberían ser objeto de ataques".
En muchos lugares, el personal médico, los hospitales e incluso ambulancias son a menudo blanco de ataques por parte de grupos armados, y la violencia impide con frecuencia el acceso a la asistencia de salud. Lograr la seguridad de los servicios de salud en los conflictos armados y en otras situaciones de emergencia seguirá siendo una prioridad en 2014. El CICR seguirá acrecentando el apoyo que presta a la atención hospitalaria en general, a los centros de salud en los lugares de detención y a los servicios de rehabilitación física.
Además de trabajar en zonas de conflicto, el CICR continuará prestando ayuda a las personas que sufren los efectos de otras situaciones de violencia, incluidas las situaciones de represión estatal, violencia entre comunidades y violencia armada en entornos urbanos. "No es raro que las personas en estas situaciones sufran detenciones arbitrarias, desapariciones, tortura y otras formas de malos tratos, violencia sexual y otras vejaciones", dijo el señor Maurer.
Para más información:
Alexis Heeb, CICR, Ginebra, tel.: +41 22 730 37 72 ó +41 79 218 76 10; Twitter @AHeebICRC
Sebastien Carliez, CICR, Ginebra, tel.: +41 22 730 28 81 ó +41 79 536 92 37
Dorothea Krimitsas, CICR, Ginebra, tel.: +41 22 730 25 90 ó +41 79 251 93 18